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Todo el mundo ríe por dentro Humo risas empolladas de dos días Cabezas calentadas con frases inoportunas Lecciones inacabadas Delirios de profesores Ácido en el pecho Películas de Bergman junto a la botella de cerveza Coca-cola escondidas y chocolate compartido entre dos miradas de reserva Tentativas de aproximación Humo risas palabras sin sentido-con sentido Conversaciones entre sordos Amistades montadas sobre la soledad de un día Besos dados en la borrachera de una noche Gente que mira pero no ve Gente hablando sin decir nada Gente oyendo sin escuchar La facultad es un cadáver y nosotros hemos hecho un mundo de ese cadáver Amontonando libros sobre la mesa grande- Kropotkin, Bakunin, Gramsci- ¡Coño! ya está bien Palabras sin sentido dichas cuando ya no se sabe (de qué) hablar Momentos vacíos Vacíos intermitentes Largos Inacabables -Parménides protesta- Vacíos que nos agobian La incomunicación flota sobre nuestras cabezas Alguien da una patada en mi estómago Mentes calenturrientas Besos calenturrientos ¡Empollona! ¡puaj qué gente! Cierra la puerta Mira hacia atrás Disimula tu enfado Saoner sonríe bajo su chaqueta Malditos cerdos Soliloquios ridículos Frases que se amontonan Tal vez alguien las recuerde luego Amistad de odio Sangre que correrá ¡Calentorras! No se nos va a hundir el mundo por esto Secretos que se escurren las miradas nos delatan Triste soledad de años Alguien rompe el silencio Risa general Vuelta al encierro Tratando de encontrar alguna frase ocurrente El tiempo se perdió debajo de las sillas Quien nos controla? Tal vez un circo nos contrate Texto: Monólogo interior, Noëlle Ginard (18 años) Escrito en el bar de la facultad de filosofía, Son Malferit, Palma, abril de 1978. Textos escritos entre 1976 y 1978. Tenía 16-18 años. Los he estado leyendo tras muchos años en que han estado guardados. Me han sorprendido por su intensidad, la rabia contenida, el grado de lucidez, la soledad que sentía. Aunque tengo la tentación de corregirlos, no lo he hecho, no tiene sentido. Se nota la influencia de la época, los textos y la música que escuchaba entonces. La falta de puntuación fue buscada, así que la mantengo tal cual. Los dibujos también son de esos años. Algunos poemas incluso me parecen buenos y han sido una fuente de inspiración para un momento de búsqueda interior, ahora a finales del 2021 con 62 años. Gracias a esa chica de 16 o 17 años que fui, ahora soy la que soy.