«Refugio» es un proyecto artístico que parte de una de una instalación textil en pleno campo alrededor de la cual en abril del 2022 realicé una performance fotográfica.
Es el resultado de un proceso interior en el que reflexiono sobre la necesidad de buscar un refugio como espacio físico donde resguardarse, pero también un lugar, real o imaginario, donde salvaguardar tu propia identidad de los demás, protegerte de los agravios, buscar tu camino sin imposiciones ni presiones externas.
La instalacióntextil
Cabaña Somalí de retales
Inspirándome en los refugios somalíes construidos a partir de retales, en abril del 2022 construí en el campo tres cabañas con estructura de piedra y madera, recubiertas por antiguas esteras mallorquinas y telas que había tejido en los últimos treinta años, cosidas entre sí.
El montaje de las telas
La primera cabaña se instaló sobre unas piedras amontonadas en el campo. Las piedras procedían de una pared centenaria que se desmontó durante la restauración de Can Monroig hace más de quince años.
En esta instalación reflexiono sobre la contradicción y la imposibilidad de vivir en un refugio cuyo interior está lleno de piedras.
El segundo refugio construido alrededor de losas de marés, estructura de cañas, telas y esteras, se asemeja más a una chabola, es una construcción muy precaria y pobre. Hace referencia a la dificultad de la vida, los retos, las luchas internas, la penitencia a la que nos sometemos por sentimientos de culpa y finalmente la dificultad de encontrar tu lugar.
La tercera cabaña tiene todos los accesos abiertos, las telas se mueven con el viento, puedes entrar y salir, lo que significa también que está abierto a otras personas que pasan por tu vida.
Performance fotográfica
Refugio no es únicamente una instalación textil en el campo. Las tres cabañas han servido de escenario a una serie de fotografías y vídeos realizados por los fotógrafos Gabriel Ramon, Miguel Juliá y Robert López Hinton a los que pedí su colaboración para realizar una performance fotográfica en este escenario.
Fotografías del proceso
Miquel Juliá, Gabriel Ramón, Noëlle Ginard.
Fotos del proceso: Miquel Juliá y Robert López Hinton
El montaje de la instalación se realizó con la ayuda de Carolina Medeiro, la performance fotográfica tuvo lugar en Pascua del 2022.
El proyecto «Refugio» , instalación textil, fotografía y vídeo será presentado en Can Monroig en Inca el 17 de diciembre del 2022.
Resulta grotesco usar muñecas en el arte, sobre todo si lo hace una mujer.
La gente se pregunta si tendrás problemas con la maternidad, te mira de reojo, susurra. Las muñecas transformadas asustan, producen rechazo.
Yo las pinté, descuarticé y crucifiqué de mala manera entre el 2009 y el 2013.
No recuerdo muy bien cómo inicié la serie. Sí recuerdo la instalación de cinco sillas con muñeco en Can Monroig en el año 2010 coincidiendo con el ochenta cumpleaños de mi padre, y la cara de desaprobación de mi hermana (somos cinco hermanos).
Instalación 2010
Algunas de ellas eran muy interesantes.
Creo que no se entendieron bien o quizás yo no las mostré en el contexto adecuado.
Menina 2012Menina de Noëlle Ginard 2012
Muñecas con la boca tapada antes de la «era» de las mascarillas, antes del me-too, antes de muchos feminismos.
Meninas en el taller 2010
Quizás sí tenía problemas con ser madre, con ser hija, con ser mujer, con aceptarme, con la vida, con el maltrato, con el trabajo, con el cansancio de dar siempre explicaciones.
No quiero crear, 2016
Llegó un momento en que las muñecas se amontonaron, se me atragantaron, y pensé que debía cerrar el ciclo, que el proceso de catarsis debía llegar a su fin. La purificación se completaría con el fuego.
Le dí vueltas a la idea mucho tiempo, temía que solo sirviera para alimentar mi imagen de bruja o de mujer desquiciada.
Quema de meninas
Pero finalmente el ritual del fuego se impuso. Con la quema de las muñecas conseguí mandar a la mierda a más de uno, me saqué mucha rabia de encima. El proceso había acabado, y finalmente podía abrazar con mucho amor a las meninas salvadas, porque ellas valían mucho, de eso no me cabía duda.
Vídeo grabado en Santa Margarita por Marc Schouten Ginard, abril 2021.
Gracias a Robert López Hinton por su apoyo y colaboración.
Entré en el pozo para perdonar y perdonarme. Buscar entre los nombres que más dolían. Repetir como un mantra las frases que más odiaba. Romper los lazos en un círculo dorado. Salvar a los niños encerrados en el pozo. Y al salir me encontré a Isaac que sin yo saberlo, había estado ahí desde el principio, vigilándome, protegiéndome.
(En 1392 los cristianos arrojaron a un pozo del call de Inca a varios niños judíos, entre ellos a Isaac de 13 años, hijo de Clara y de Salomó Pelx. Quizás fuera este pozo, quizás fueran todos los pozos.)
Texto y performance: Marie-Noëlle Ginard Féron
Fotos: Robert López Hinton
“El niño en el pozo” es un proyecto artístico colectivo en el que colaboraron Manuel Santiago, Abraham Calero, Katherina Pfeil, Robert López Hinton y Marie-Noëlle Ginard, en el que trabajamos a lo largo de varios meses y presentamos en Can Monroig el 11.11.2017.
«Invocación a Isaac» es una performance fotográfica que hice conjuntamente con Robert López Hinton.
Autorretrato con silla en las sesiones de #Es_solo_pintura en Can Monroig, siguiendo con la serie “The self portrait therapy”. No quiere ser una gran foto, es evidente que no lo es, solo forma parte del proceso de aprender a mirarme al espejo sin miedo o vergüenza, de hecho aquí no lo hago de frente; son muchos años mirándome de reojo. Mayo, 2018, Inca.
Sesiones preparatorias de la performance fotográfica que realizamos Robert López Hinton y yo para el proyecto colectivo «El niño en el pozo» presentado en Can Monroig en noviembre de 2017.
“La cultura de las muñecas referencia al mundo de la mujer, al ritual de las niñas que se maquillan, visten y seducen frente al espejo; cuerpo que se debate en el rol de madre y de hija, de novia, de amante, mundo constelado de signos, senderos de la fantasía y del imaginario que se camuflan en su secreto oblicuo. Pero la muñeca sólo es apariencia, y es lo femenino como apariencia, como artificio. Es precisamente esta característica lo que le permite parodiar un destino, incluso inventarlo a través del juego. Las Meninas de Marie- Nöelle Ginard Feron han sido crucificadas, quemadas, pintarrajeadas, quebradas, guillotinadas o desmembradas. Ellas gritan y se muestran en el calvario del sin sentido; en el silencio, en el odio, susurran y maldicen, nos preguntan, nos zangolotean con su sangre; nos conmueven en su abierta demostración de pesadilla. Todo esto se abre hacia afuera, se exhibe desnudo, se muestra en su propio juego de metáfora del mundo. Marie- Nöelle Ginard Feron nos plantea un desafío al modelo de la mujer interpuesto por un legado de cultura, un desafío a través de la mujer-muñeca, a través de la mujer-signo, denuncia viva que actúa en los confines de lo artificial; que hace y deshace, se muestra en su total desnudez y es más lúcida y radical que todas las reivindicaciones ideológicas, porque se abre en un orden plástico reversible e indeterminado, el orden de lo siniestro, aquello que es familiar a lo extraño y nos seduce. Estas Meninas nos interrogan sobre la memoria ancestral que fue y es capaz de seguir construyendo significación inquietante alrededor de estos cuerpos de mujer inventados.”
Texto: Ariel Mastandrea, escritor y director teatral, Montevideo.
Las meninas están a la venta en la tienda online de Can Monroig: