Durante unos años, quizás solo fueron unos meses, el trastero del terrado se convirtió en mi refugio.
Pasaba las horas muertas escribiendo y leyendo entre sus paredes. Algún día de madrugada me subí al tejado para fotografiar la salida del sol sin demasiado éxito.
En esta foto tendría yo unos quince o dieciséis años y estoy con mis hermanos Julio y David.
Calle Arco de La merced, Palma de Mallorca, 1975-6 ?
Todo el mundo ríe por dentro
Humo risas empolladas de dos días
Cabezas calentadas con frases inoportunas
Lecciones inacabadas
Delirios de profesores
Ácido en el pecho
Películas de Bergman junto a la botella de cerveza
Coca-cola escondidas
y chocolate compartido entre dos miradas de reserva Tentativas de aproximación
Humo risas palabras sin sentido-con sentido Conversaciones entre sordos
Amistades montadas sobre la soledad de un día
Besos dados en la borrachera de una noche
Gente que mira pero no ve
Gente hablando sin decir nada
Gente oyendo sin escuchar
La facultad es un cadáver y nosotros hemos hecho un mundo de ese cadáver
Amontonando libros sobre la mesa grande- Kropotkin, Bakunin, Gramsci- ¡Coño! ya está bien
Palabras sin sentido dichas cuando ya no se sabe (de qué) hablar
Momentos vacíos
Vacíos intermitentes
Largos
Inacabables
-Parménides protesta-
Vacíos que nos agobian
La incomunicación flota sobre nuestras cabezas
Alguien da una patada en mi estómago
Mentes calenturrientas
Besos calenturrientos
¡Empollona!
¡puaj qué gente!
Cierra la puerta
Mira hacia atrás
Disimula tu enfado
Saoner sonríe bajo su chaqueta
Malditos cerdos
Soliloquios ridículos
Frases que se amontonan
Tal vez alguien las recuerde luego
Amistad de odio
Sangre que correrá
¡Calentorras!
No se nos va a hundir el mundo por esto
Secretos que se escurren
las miradas nos delatan
Triste soledad de años
Alguien rompe el silencio
Risa general
Vuelta al encierro
Tratando de encontrar alguna frase ocurrente
El tiempo se perdió debajo de las sillas
Quien nos controla?
Tal vez un circo nos contrate
Texto: Monólogo interior, Noëlle Ginard (18 años)
Escrito en el bar de la facultad de filosofía,
Son Malferit, Palma, abril de 1978.
Textos escritos entre 1976 y 1978. Tenía 16-18 años.
Los he estado leyendo tras muchos años en que han estado guardados. Me han sorprendido por su intensidad, la rabia contenida, el grado de lucidez, la soledad que sentía.
Aunque tengo la tentación de corregirlos, no lo he hecho, no tiene sentido. Se nota la influencia de la época, los textos y la música que escuchaba entonces. La falta de puntuación fue buscada, así que la mantengo tal cual.
Los dibujos también son de esos años.
Algunos poemas incluso me parecen buenos y han sido una fuente de inspiración para un momento de búsqueda interior, ahora a finales del 2021 con 62 años. Gracias a esa chica de 16 o 17 años que fui, ahora soy la que soy.
… y a la vuelta, veo un pequeño ataúd sobre la copa de un árbol.no sé si será- si es- si fue. «A mí dejadme aquí, esta es mi tierra». Quizás lo fue y no lo recuerdo. «Dejadme aquí-enterradme aquí». Sobre la copa de un árbol hay un pequeño ataúd, al menos es lo que parece. nohay vi dani h-ay mu er tesolo un va-cioin men so. Les pidieron esperar y esperaron, fascinados por la luz, mirando hacia el cielo. Suaveclarodiadeotoño.
Texto: Marie-Noëlle Ginard. Fotos: Robert López Hinton Camerún, noviembre 2012.
Viendo nuestras primeras fotos juntos, con esas puestas en escena algo teatrales y bastante bohemias, se diría que éramos unos «poseurs», pero os aseguro que no. Era algo así como: «Cogemos una bici vieja que nos hemos encontrado por la calle un par de relojes viejos del rastro y nos plantamos frente al portal de esta barbería y luego nos vamos a tomar unas cervezas» – así, todo de corrido, no sé si me explico. O bien: «Esta mañana me apetece sacar unas fotos junto a la chimenea de la fábrica abandonada de María de la salut cargar un par de cosas en el coche y allá vamos» Más de veinte años después, podrías pensar que las fotos las sacó otra persona, pero son autorretratos; que las enseñamos a mucha gente y que rodaron de mano en mano, pero no las vio absolutamente nadie, ni siquiera nosotros; las hemos redescubierto ahora porque entonces no teníamos dinero para positivarlas.
Autorretratos de Robert López Hinton y Marie-Noële Ginard Féron.
Fábrica abandonada en Maria de la salut, Mallorca, 1994.
“Nos conocimos en 1992 en un curso de fotografía publicitaria organizado por la ‘consellería de treball’. Robert acababa de salir de una convalecencia de dos años tras un accidente de coche en el que, según cuenta, salvó la vida de puro milagro, y entre la lucidez y el delirio provocado por el coma y la medicación, decidió que no podía morirse hasta hacer con su vida algo mejor que lo que había hecho hasta entonces.
Vivíamos en Palma, esa ciudad que hace veinte años era un tanto decrépita, descuidada y abandonada pero con un alma ahora perdida en pos de la modernidad, las tiendas de lujo, el estilo, la moda, el dinero o los «poseurs”.
Nos movíamos entre la fotografía, la hermosa arquitectura de las casas antiguas de Palma y la creatividad. Nos unió una situación personal muy complicada e iniciamos una vida y un aprendizaje en común que años después nos llevaría hasta Can Monroig. En aquellos primeros años de nuestra relación hacíamos fotos de las calles de Palma, a menudo de noche y en algunas ocasiones eran autorretratos que casi nunca positivábamos por falta de dinero. Hace unos días digitalizamos una serie de fotos en blanco y negro sacadas en la calle San Pere junto al Baluard. En algunas de ellas utilizamos un temporizador para salir los dos retratados. No las había visto hasta ahora aunque recuerdo el día en que las hicimos, junto a una barbería cerrada, una bicicleta rota y dos relojes comprados en el rastro.
Ya íbamos definiendo nuestras aficiones en común, objetos antiguos, arquitectura, belleza atemporal…
Un años después nos trasladamos hacia el interior de la isla, eternos insatisfechos en búsqueda de la belleza insospechada, desconocida y nada convencional. (…)“
Me quedo parada/
Como si todo fuese a acabar de un momento a otro/
O como si todo fuese (?) a durar años/
Y me estuviese acobardando poco a poco/
Destrozadas las ilusiones/
Hechas trizas/
tiradas sobre la alfombra/
Me haces sentir pequeña e inútil/
con las piernas dobladas/
el culo quieto/
Me haces sentir como una puta envejecida/
No puedo ser yo quien ame de noche/
quien susurre y cante de noche/
Quien busque las mejores palabras de noche/
No soy yo quien está tras de ti/
cuando más hundido te sientes/
No soy yo quien ha puesto nombre a
a ese inútil combate
que estamos viviendo entre los dos/
Rezagados, contra una pared negra/
Las metralletas no van a hacer de nosotros héroes/
y sin embargo
te quiero pequeño/
Te quiero dormido sobre mis rodillas
amamantándote/
Te quiero ver sonriendo
sentado en la habitación del crepúsculo/
amándome con firmeza
seguro y tranquilo/
Como si fuese a durar eternamente/
No sé qué hacer contigo niño
la cabeza contra la pared
te masturbas en silencio/
Cuando yo te estoy deseando
pero tan lejos/
Texto: Noëlle Ginard, sábado 23 de septiembre de 1978, Palma de Mallorca (19 años)
(Transcripción de textos que escribí hace más de cuarenta años. A menudo escritos en la oscuridad de mi cuarto; a veces parada en un semáforo o sentada sola en la mesa de un bar. Los textos me venían a la cabeza y tenía que escribir. Eran improvisados, sin puntuación y no los corregía. Jamás se los enseñé a nadie.
Por eso ahora tampoco los corrijo, aunque vea un fallo o algo que me chirría.Entre paréntesis lo que no entiendo o cambiaría)
Sin pensar en nada/
Como si todo terminase ya/
Con los ojos fijos en el vacío/
Contemplando solo oscuridad/
Sufriendo tu ausencia/
Con pesadez/
Como en un domingo lento que nunca acabase/
Oyendo silencio/
El cuerpo muerto
Texto: Noëlle Ginard, Puerto de Andratx, agosto 1978 (18 años)
(Transcripción de textos que escribí hace más de cuarenta años. A menudo escritos en la oscuridad de mi cuarto; a veces parada en un semáforo o sentada sola en la mesa de un bar. Los textos me venían a la cabeza y tenía que escribir enseguida. Eran improvisados, sin puntuación y no los corregía. Jamás se los enseñé a nadie. Por eso aquí tampoco los corrijo, aunque vea un fallo o algo que me chirría.)
Me rebelo contra la sabiduría, la filosofía y la cortesía en la mesa/
Quisiera romper con las solicitudes bienpensantes/
Las élites confitadas y los paraguas floridos para el domingo/
y aprieto los dientes la vejiga y las puntas de los dedos/
No me masturbo ante el retrato de Marx/
Ni frecuento los bares para universitarios descafeinados/
Ni soporto las charlas amenizadas con excedente de vodka o alienante coca cola/
No fumo en el retrete ni en la cama/
y aborrezco hacer el amor con intelectuales barnizados/
Temo el día en que una bomba atómica estalle/
y de buen gusto rompo con las clases ensortijadas/
(A María Antonia Solivellas Morell)
Texto: Noëlle Ginard (18 años)
Palma, junio 1978
(Transcripción de textos que escribí hace más de cuarenta años. A menudo escritos en la oscuridad de mi cuarto; a veces parada en un semáforo, sentada sola en la mesa de un bar. Los textos me venían a la cabeza y tenía que escribir. Eran improvisados, sin puntuación y no los corregía. Jamás se los enseñé a nadie. Por eso ahora tampoco los corrijo, aunque vea un fallo o algo que me chirría.)
la locura testimonial.
Un largo camino negro apestando a loción varonil. Esperma sobre el asfalto. Creencia de un mundo irracional. Genuino para la cantidad de cerdos que crecen entre las flores. Y algún cuento póstumo de hadas de pechos en crescendo y collares de rosas sobre los pezones. Coros de estudiantes de psicología tratando de buscar entre la mierda su razón de ser. Personalidades académicas tratando de instaurar un régimen no-autoritario-sí y cantidad de ingenuos supersticiosos tras las ventanas de cristales rojo-negros
Mintiendo entre la mentira
crucificados un viernes santo
sepultados no-resucitados
Entre testimonios claro oscuros
técnica luminosa falaz y grandilocuente.
Estamos siendo absorbidos
No vamos a seguir oyendo tus cánticos
Profesor de filosofía (manos rojas alguna historia vieja)
Cretinos amotinados un sábado por la tarde.
Historias negras de vampiros.
Imágenes que se pierden. Las agarras con las manos.
Se te escapa(n?). La(s?) sigues. Te han dado una patada en el estómago. Lo niegas. Sacas las tripas. Mueres. Lo niegas. Mueres. ya no lo niegas. Estás bajo tierra y ya nada te va a sacar de ahí.
Texto: Noëlle (18 años)
Escrito en el bar de la facultad de filosofía, Son Malferit.
Palma de Mallorca, 12 de abril de 1978.
Propuestas amorosas en la avenida
negándose/
(No es bueno mostrarse suelta)/
¿Cuánto cobras?/
Asombrados,
transtornos inmediatos/
Poetas callejeros/
no más cuentos/
no más amores/
Texto: Noëlle Ginard (18 años)
Palma, 1978
(Transcripción de textos que escribí hace más de cuarenta años. A menudo escritos en la oscuridad de mi cuarto; a veces parada en un semáforo o sentada sola en la mesa de un bar. Los textos me venían a la cabeza y tenía que escribir enseguida. Eran improvisados, sin puntuación y no los corregía. Jamás se los enseñé a nadie. Por eso aquí tampoco los corrijo, aunque vea un fallo o algo que me chirría.)
Aniversarios y pretendientes de largo/
Gente amonestando a los demás/
Rumiando dinero y falsificando bragas/
Coñazos impresionantes sobre los tapetes/
Vestíbulos vacíos y (secuencias ?)sin estudiar/
Amantes del folklore/
estadistas de la democracia/
Aseguradores de vida para el pasado/
El futuro espera sentado en el bordillo de una carretera nacional/
Seguidores y amigos de la rivalidad/
No quiero ser una visionaria sin futuro/
No quiero ser destrozada por un proyectil/
Texto: Noëlle Ginard (18 años)
Palma de Mallorca, 1978.
(Transcripción de textos que escribí hace más de cuarenta años. A menudo escritos en la oscuridad de mi cuarto; a veces parada en un semáforo o sentada sola en la mesa de un bar. Los textos me venían a la cabeza y tenía que escribir. Eran improvisados, sin puntuación y no los corregía. Jamás se los enseñé a nadie. Por eso aquí tampoco los corrijo, aunque vea un fallo o algo que me chirría.)