“Era niño y enfermé
de hambre y de miedo.
Me muerdo las costras
de los labios y las lamo
y aún sé su sabor: frío y salado.
Y camino, camino -camino más y más,
estoy sentado en la escalera, al entrar me caliento;
camino en sueños de fiebre como siguiendo una melodía
del flautista hasta el río, con las ratas, y me siento
en la escalera y me caliento; y tiemblo de frío.
Ahí está mi madre, me llama con un gesto, como si estuviera
cerca, muy cerca, y no llego a ella;
me acerco -y está a siete pasos;
y me llama con un gesto y yo voy -y
ella está a siete pasos, me llama con un gesto.“
Meninas en el taller, Santa Margarita, 2013.