Sesiones preparatorias de la performance fotográfica que realizamos Robert López Hinton y yo para el proyecto colectivo «El niño en el pozo» presentado en Can Monroig en noviembre de 2017.
Papeles en el altar de “No quiero crear”. De la exposición de Marie-Noëlle Ginard y Robert López Hinton “El niño en el pozo” Colectivo Es solo pintura, Can Monroig, noviembre 2017.
“No creo en los presentimientos, tampoco me asustan las señales, No huyo ni del veneno, ni de las calumnias. La muerte no existe en el mundo, todos son inmortales, Todo es inmortal, no hay que temer a la muerte Ni a los diecisiete, ni a los setenta.
Existe solamente la realidad y la luz. No hay en este mundo ni oscuridad, ni muerte. Estamos todos reunidos en la orilla del mar, Y soy de aquellos que recogen las redes, Cuando viene, en cardumen, la inmortalidad.“
“La cultura de las muñecas referencia al mundo de la mujer, al ritual de las niñas que se maquillan, visten y seducen frente al espejo; cuerpo que se debate en el rol de madre y de hija, de novia, de amante, mundo constelado de signos, senderos de la fantasía y del imaginario que se camuflan en su secreto oblicuo. Pero la muñeca sólo es apariencia, y es lo femenino como apariencia, como artificio. Es precisamente ésta característica lo que le permite parodiar un destino, incluso inventarlo a través del juego. Las Meninas de Marie- Nöelle Ginard Feron han sido crucificadas, quemadas, pintarrajeadas, quebradas, guillotinadas o desmembradas. Ellas gritan y se muestran en el calvario del sin sentido; en el silencio, en el odio, susurran y maldicen, nos preguntan, nos zangolotean con su sangre; nos conmueven en su abierta demostración de pesadilla. Todo esto se abre hacia afuera; se exhibe desnudo; se muestra en su propio juego de metáfora del mundo. Marie- Nöelle nos plantea un desafío al modelo de la mujer interpuesto por un legado de cultura, un desafío a través de la mujer-muñeca, a través de la mujer-signo, denuncia viva que actúa en los confines de lo artificial; que hace y deshace, se muestra en su total desnudez y es más lúcida y radical que todas las reivindicaciones ideológicas, porque se abre en un orden plástico reversible e indeterminado, el orden de lo siniestro, aquello que es familiar a lo extraño y nos seduce. Estas Meninas nos interrogan sobre la memoria ancestral que fue y es capaz de seguir construyendo significación inquietante alrededor de estos cuerpos de mujer inventados.»
Texto: Ariel Mastandrea, escritor y director teatral, Montevideo, 2012
Fotos pertenecientes a la Instalación de Noëlle& Robert, Incart 2013, Can Monroig.
Estos son los primeros autorretratos que me hice, más adelante llamaría a esta serie The self-portrait therapy. La intención es mirarse a la cara, perder la vergüenza, aceptarse a una misma, incluso exagerando la mirada, transformando el rostro; sacar al monstruo.
“….Mujeres guapas, que sus caras digan algo; que parezcan ausentes e inaccesibles. Te aclaro que las que me dictan esto son tus Meninas. Ellas sí saben de qué cosa hablo, por eso están clavadas , trágicas y despanzurradas en su calvario , porque odian la belleza banal..” Ariel Mastandrea.