



«Tot és tan tú. Que bé que defineixes la teva mirada, és una de les coses més difícils del món»
Comentario de Guillem Balboa Buika
De la serie «the self portrait therapy»
Can Monroig, Inca, septiembre 2013.
«Tot és tan tú. Que bé que defineixes la teva mirada, és una de les coses més difícils del món»
Comentario de Guillem Balboa Buika
De la serie «the self portrait therapy»
Can Monroig, Inca, septiembre 2013.
Cabezas de peluquería intervenidas para la instalación de «Tsunami económico» en
Can Monroig, 2013.
Instalación de Noëlle & Robert.
“Tsunami económico II”
Incart by Can Monroig, 2013
Serie
Autorretratos en la cocina de Can Monroig
De la serie The self portrait therapy
“La belleza está en el accidente, el mal balance, el tropiezo, la sensibilidad transtornada”
Erwin Blumenfeld.
Can Monroig, Inca, Mallorca. 2012
«Meninas” de Marie-Noëlle Ginard
Foto de Robert López Hinton
«Las Meninas de Marie- Nöelle Ginard Feron han sido crucificadas, quemadas, pintarrajeadas, quebradas, guillotinadas o desmembradas. Gritan y se muestran en el calvario del sin sentido; en el silencio, en el odio, susurran y maldicen, nos preguntan, nos zangolotean con su sangre; nos conmueven en su abierta demostración de pesadilla.»
Texto Ariel Mastandrea
Foto Robert López Hinton
Serie «Meninas» de Marie-Noëlle Ginard
“menina crucificada” 2012
Todo pasará.
Y quedará en el olvido.
Un rumor.
Un vago recuerdo.
El NO-EsPACIO.
NO-Lugar.
Y Quizás queramos Re-encontrarnos.
Y Quizás no.
En el NO-LUGAR.
Ausentes.
En silencio.
De la serie “The self-portrait therapy” 2012
Autorretrato de Marie-Noëlle Ginard en Can Monroig.
“Yo misma rodeada de mis meninas”.
Fotos tomadas por Biel Grimalt durante una sesión de fotos en Can Monroig, agosto 2012
Nunca me ha gustado que me hicieran fotos.
Ya se sabe, porque quedo mal, me veo más fea de lo que soy….
pero en ocasiones hay que saber ceder y esta era una de ellas.
En su día fué la muñeca de una niña.
Me pregunto qué diría si la viese ahora.
Probablemente no la reconocería.
También me pregunto si los niños que fuimos, esos de los que guardamos un vago recuerdo, se reconocerían en lo que somos ahora.
Crucifijos modernos.
Viva la modernidad.
Pero a estos les han tapado la boca.
Eso sí, seguimos hablando pero no decimos nada.