I’ll point to myself and say: I’m not like this. I’m the same as always inside. And even that’s not so. I thought: If nothing happens.. and nothing happened. Here i am. But it’s not right. I just living can do this, living is more dangerous than anything. It is terrible to be alive.
“La cultura de las muñecas referencia al mundo de la mujer, al ritual de las niñas que se maquillan, visten y seducen frente al espejo; cuerpo que se debate en el rol de madre y de hija, de novia, de amante, mundo constelado de signos, senderos de la fantasía y del imaginario que se camuflan en su secreto oblicuo. Pero la muñeca sólo es apariencia, y es lo femenino como apariencia, como artificio. Es precisamente ésta característica lo que le permite parodiar un destino, incluso inventarlo a través del juego. Las Meninas de Marie- Nöelle Ginard Feron han sido crucificadas, quemadas, pintarrajeadas, quebradas, guillotinadas o desmembradas. Ellas gritan y se muestran en el calvario del sin sentido; en el silencio, en el odio, susurran y maldicen, nos preguntan, nos zangolotean con su sangre; nos conmueven en su abierta demostración de pesadilla. Todo esto se abre hacia afuera; se exhibe desnudo; se muestra en su propio juego de metáfora del mundo. Marie- Nöelle nos plantea un desafío al modelo de la mujer interpuesto por un legado de cultura, un desafío a través de la mujer-muñeca, a través de la mujer-signo, denuncia viva que actúa en los confines de lo artificial; que hace y deshace, se muestra en su total desnudez y es más lúcida y radical que todas las reivindicaciones ideológicas, porque se abre en un orden plástico reversible e indeterminado, el orden de lo siniestro, aquello que es familiar a lo extraño y nos seduce. Estas Meninas nos interrogan sobre la memoria ancestral que fue y es capaz de seguir construyendo significación inquietante alrededor de estos cuerpos de mujer inventados.»
Texto: Ariel Mastandrea, escritor y director teatral, Montevideo, 2012
Fotos pertenecientes a la Instalación de Noëlle& Robert, Incart 2013, Can Monroig.
Instalación Noëlle & Robert para Incart 2013, Can Monroig.
Yo Vivía en la calle Velázquez de Palma. Era Navidad y estaba asomada a la ventana. Vi pasar a un gitano con una bolsa muy grande cargada a la espalda. En el interior muchas muñecas. Me sorprendió que no tuvieran ropa, que fueran todas iguales.
Mi madre que siempre tenía para todo respuestas contundentes, secas y duras pero nunca fantasiosas me dijo: “Son para las niñas pobres del poblado gitano, no pueden comprarles otra cosa”.
Lo recuerdo como si fuera ayer pero han pasado más de cuarenta años.
Como punto de partida una muñeca rota sentada en una silla en mitad de la calle en Yaounde, Camerún.
Después trabajo con las viejas muñecas de niños mallorquines. Las pinto, las maquillo, las lavo, les saco un brazo o la cabeza hasta conseguir un aspecto similar al de la muñeca africana. En este proceso hay algo de rabia, algo de tristeza….recuerdos de aquella vez cuando con cinco o seis años regalé una de mis muñecas a otra niña menos afortunada y de cómo me dolió hacerlo, tanto que aún lo recuerdo.
Estos son los primeros autorretratos que me hice, más adelante llamaría a esta serie The self-portrait therapy. La intención es mirarse a la cara, perder la vergüenza, aceptarse a una misma, incluso exagerando la mirada, transformando el rostro; sacar al monstruo.